Es una frase que me repito mucho últimamente, “a cada momento, su afán”. No quiero ser esclava del futuro. No quiero controlar en exceso lo que queda por venir, ni pensar si mis acciones se dirigen a un determinado objetivo. No quiero que mi vida obedezca a las leyes del “couching” y no tanto porque no funcionen sino porque no quiero que sean esas las reglas que dirijan mis pasos. Mi fe, mi historia me llevan más al “mira los lirios del campo…” y al “a cada día le basta su propio afán”. Cada paso que damos es una elección, nuestra elección y en ese paso hay personas a las que atender y momentos que vivir. No quiero pasarlos de largo porque tengo prisa. Me quiero parar, prefiero dejar pasar oportunidades de futuro si con ello atiendo necesidades del presente. Es mi elección, ni peor ni tampoco mejor que otras, sino la que voy haciendo cada vez que pongo mi oído, sonrío, elevo mi voz o doy la mano. Cada vez en la todo lo que soy está con esa persona que tengo delante, esa corriente de aire o esa risa contagiosa. No necesito más o no quiero necesitar más... sólo este momento... y su afán.
0 Comentarios
|
AutoraMe llamo Asun. Soy licenciada en química y en psicología. Me dedico a enseñar pero me paso la vida aprendiendo. Archives
Mayo 2017
Categorías |